
un día, el viejo andrés decidió callarnos a todos e hizo algo inesperado –y a la vez predecible-: no escribió decenas de canciones, ni tampoco se puso a buscar en sus vinilos a ver que arreglos hacía de un viejo bolero, calamaro compuso 12 canciones y en el 2007 nos metió la lengua popular, literalmente, hasta por las orejas.
el disco tiene más inspiración que cocaína y, además del rock, conserva la melomanía de sus discos de covers. este es el primer corte del álbum, un tema para barra brava que, sin duda alguna, una hinchada tomará, hará su propia versión, la cantará –gritará- y la gastará. hasta que llegue ese día escuchemos a los chicos entonando un inagotable ¡lolololo lololo lolo!: