Top 100 canciones de la década en que no se acabó el mundo

Mientras todas las esperanzas y temores de la humanidad recaían sobre el año 2000 y su redondez apocalíptica, para muchos grandes músicos (y otros no tanto) el armagedón no era motivo suficiente para dejar de tocar. Agradecidos por eso, intentamos recopilar lo mejor y más importante de la música de nuestra generación.

Plastilina Mosh - Human Disco Ball

Meine damen und herren hier fur sie die Menslischer Disco Kugel. Damas y caballeros, he aquí la Human Disco Ball.

Cuando se disiparon los efectos de ese tour de force que fue Aquamosh (en 1997, siendo la primera banda latina en rotar en el MTV gringo y nominados a mejor grupo nuevo con sólo un EP), asumieron, conscientemente o no, dos responsabilidades críticas: conducir al nuevo siglo a la Avanzada regia, ese boom de bandas de Monterrey (Control Machete, Jumbo, Panda, por decir algo) que nutrió con música increíble a la escena mexicana de finales de los 90's; y demostrar la vigencia de su sonido y fórmula, compuestos de influencias tan dispares como Miles Davis y Sepultura, una producción centrada en el sonido y menos afectada por el mensaje.

Así, Juan Manuel, disco producido por otro par de personalidades diametralmente opuestas (Money "el cuarto Beastie Boy" Mark" y Chris "el británico perfeccionista" Allison), sirvió de sobra para consolidar a los plastilinos en la escena musical latinoamericana y mundial.

Y así llegamos a lo que nos toca: Human Disco Ball, un título que parecería más apropiado para videos de Modjo o Moloko, evade lo obvio, y de la mano de los Hermanos Ponderosa nos lleva a una historia de amor de arcade surrealista, con la banda girando en una estructura que debo haber visto en algún programa de Telehit y se veía alucinante.


Sobre las cabezas en el cielo, de verdad empiezo a sospechar que alguien se robó esa imagen para los Teletubbies. Sobre el resto de detalles, quién mejor para contarlos que los mismos Rosso y Jonaz, del DVD de Tasty (2006). Música feliz, divertida, lúdica, pero intrépida, innovadora y con ese reverso ácido y malicioso que ha hecho grandes desde sus inicios a los señores P. Mosh.

3 comentarios:

apatitico dijo...

todos hemos tenido nuestra época de vicio con los pin-ball (aunque sea ese medio estelar que venía con el windows 98) y creo que el tema de la canción (la música, en realidad, porque la letra ni la entiendo) van precisas con las imágenes. vídeo largamente disfrutado por mí y mi hermano a inicios del milenio.

apatitico dijo...

y ahora que recuerdo bien, yo tenía uno de esos tecladitos-guitarra, era de color azul con botones amarillos que tenían los ruiditos que venían en las pistolas como el ¡¡¡tiuuuuuuuuuuuuuuuuupfffffffffff!!!

alucinante.

Oscar Gallo dijo...

Yo quieroooo!!! El mío era muy complicado de cargar. Las correas no pegaban tampoco.

Y los pinballs eran la voz. Quisiera encontrar uno superrematado para enchularlo y jugar todo el día. Si es de alguna película serie B, con cerebros y zombies y vampiresas, más paja todavía.

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