Top 100 canciones de la década en que no se acabó el mundo

Mientras todas las esperanzas y temores de la humanidad recaían sobre el año 2000 y su redondez apocalíptica, para muchos grandes músicos (y otros no tanto) el armagedón no era motivo suficiente para dejar de tocar. Agradecidos por eso, intentamos recopilar lo mejor y más importante de la música de nuestra generación.

Mikel Erentxun - Cartas de amor

En los 00's (naughties o noughties, dirían los angloparlantes) y los meses previos se hizo notoria la necesidad de renovación en los músicos de los 80's y 90's pre-grunge que querían recuperar la vigencia y el éxito de hace dos décadas. Desde España, gente como Loquillo, Bunbury, David Summers, Ana Torroja, Alaska y Mikel Erentxun buscaron llevar su música, lo viejo y lo último, a un público nuevo y muy distinto. En el caso de Erentxun, los esfuerzos de Te dejas ver (2000, con California a la cabeza) y Ciudades de paso (2003, ese excelente Mañana), incluyendo su paso por tierras peruanas en colaboración con Christian Meier (La novia de nadie -la canción, no Meier-), le sirvieron para rotar en radios y canales musicales.

Sin embargo, es en El corredor de la suerte (disco doble, 2006) donde Mikel se luce y se luce bien, tomando las riendas de la producción y recurriendo a sus influencias setenteras, con pedazos de Bob Dylan, Johnny Cash y Neil Young, además de reminiscencias de Duncan Dhu y esa pizca de nostalgia compartida por la música de nuestros días. Cartas de amor representa con justicia al resto del disco, balanceando la marcha rockera de las guitarras con una aparente misiva íntima cargada de reproche. El video es de esos simples que dicen "venimos a tocar, primero que nada", y rescato el look de Mikel Erentxun, que ya estará mayorcito pero está vestido como un abuelo con la gorrita y la chompa de rombos.

Hace un par de años, cuando recién salía la canción encontré un comentario en YouTube que decía que las guitarras habían sido copiadas de un tema de The Libertines, pero no pude encontrar la canción ni el comentario. Sería bueno si alguien la identifica. Si les ha gustado la canción, esperen a escucharla a dúo con Enrique Bunbury. Otro temazo del Corredor que se merecía un video es Sweet home Louisiana. Lo dejo para que me den la razón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una canción para la tortura post-ruptura!!!

Oscar Gallo dijo...

¡Te cae a pelo (cada dos semanas)!

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